En su vida pasada, Erika Vivanco nunca había logrado que Fidel Suárez la mirara, incluso hasta su muerte. Al renacer, ella ha decidido que ya no sería la esposa de este presidente. Sin embargo, su descarado ex marido no estuvo de acuerdo y comenzó a protegerla sin límites. “Mi ex esposa es delicada e incapaz de cuidar de sí misma, no deben maltratarla”. Luego, vio con sus propios ojos cómo su supuestamente delicada ex esposa aplastó la cabeza de una mujer engañosa. “Mi ex esposa no tiene muchas habilidades, solo puede depender de mí”. Luego, vio con sus propios ojos cómo su supuestamente inútil ex esposa llevó a sus enemigos a su ruina. Todos pensaban que Erika estaba locamente enamorada de Fidel, hasta que vieron a Fidel arrodillándose delante de su ev ponosa
