Summary
Sofía entró en el ascensor justo antes de que se cerraran las puertas, respirando aliviada por haber dejado atrás al hombre que la perseguía.
Pero cuando el ascensor empezaba a descender, se detuvo bruscamente y las puertas se abrieron por la fuerza.
Los ojos de Sofía se abrieron de par en par al ver al hombre que sonreía diabólicamente delante de ella.
En un arrebato de instinto, Sofía sacó su pequeño cuchillo para defenderse.
Estaba dispuesta a matarlo o a que la mataran; de ninguna manera iba a ir al infierno tan pronto.
No, Satanás no se encontraría con ella hoy.
Ella blandió el cuchillo, agitándolo hacia él cuando se acercó, pero la sonrisa en su rostro permaneció imperturbable.
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